Creciendo juntas
El proyecto consistió en la reforma de una habitación infantil para convertirla en una habitación juvenil.
Las necesidades eran distintas en cuanto a medidas de cama y capacidad de armarios, y también en lo referente a la estética.
Los colores tenían que ser muy neutros; combinando tonos blancos, grises y rosas. El toque de color se le dio con la banqueta del tocador con colores azul y dorado.
La habitación se compone de una parte de armarios en forma de “L” para simular un vestidor, seguidos de un cabezal de media altura con capacidad para muchos bolsos (requisito indispensable de la clienta) y cajones integrados en la parte de la cama para las pequeñas cosas. La base de la cama integra 6 cajones a los que se accede por cada lateral de la misma, ganando así más espacio de almacenaje. Y, a los pies de la cama, se ubicó un tocador con iluminación tipo camerino en el que encontramos una encimera con cajón incluido y un armario superior de poca profundidad para guardar collares.
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